Como siempre es el señor Miguel es que sale con ese tipo de expresiones. En verdad creemos que, contrario a todo lo que se pueda decir de él, es infinítamente feliz, ocultándolo tras ese disfraz de Amargado Universal tipo o-negativo.
Pero no es de Migue' (como le dicen los amigos), sino del tiempo.
Porque cada vez no logramos entender que no se trata de productividad, ni de eficiencia, ni de juventud, juventud que siento que se me pierde en calles desconocidas, ni del aproveche-aproveche, ni de nada que se logre comprender con la cabeza. Porque toda, la vida, las ideas, que son lo mismo para la gente ignorante como somos, presionan a diez mil millones de libras por centímetro cuadrado.
Pero hay cosas geniales. Como que alguien descubra que el piano suave es Sigur Rós (el tipo de música depresiva encantadora), como que se puede escuchar "Með suð í eyrum við spilum endalaust" y no entender nada, no hay nada que entender, lo único: Dejar que el tiempo haga su trabajo.
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