Luz amarilla de la cálida noche contradictoria.
La vieja melodía sin título, la que te describe.
Y pasa el tiempo, no es nunca lo mismo.
Acaso ¿ya no me ves igual?
Son tres años ya.
No hay piedras en tu camino.
Mi corazón es una roca ardiendo.
Puedes estar feliz, al menos tienes donde ir.
Sigo perdido entre ficciones y laberintos.
Hay líneas en tu frente.
Tu alma continua inocente.
Mi rostro parece juvenil.
Pero dentro no queda nada.
Es el piano suave.
De las tierras de muy al norte.
Todo es tranquilo y verde.
¿Pedías caminar de la mano allá?
El problema es que nunca entendí.
Tus palabras eran otro lenguaje.
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