Monday, April 05, 2010

Sueño un país VERDE

Me animo a escribir ahora. Me siento comprometido a hacerlo y sobretodo me tranquiliza intentar hacer algo. Escribo libremente [de antemano me disculpo por la falta de coherencia en la redacción, en mi profesión escribir no es lo más importante] como se supone que uno puede hacerlo, después de todo, tenemos el derecho. La idea es contar un poco de lo que creo, de lo que hago, de lo que soy y de lo que deseo. También me encantaría que los que deseen, escribieran, contaran lo que esperan y lo que creen, sobretodo sería muy hermoso discutir sanamente y tomarnos en serio esto de vivir en sociedad.

Soy uno de los ciudadanos que votaron y que votarán por el partido verde, quiero mostrar un perfil de un votante verde, porque este partido lo estamos construyendo todos, porque tenemos cosas que decir.

Hace un tiempo conocí una señorita que está comprometida con una fundación en Ciudad Bolívar [Fundación Bella Flor], al principio me pareció normal, luego fui entendiendo lo que significaba. Yo estaba absolutamente convencido que el mundo va de mal en peor, por eso no me animaba a hacer nada por ayudar a nadie. Fui entendiendo poco a poco, no soy muy listo. Ernesto Sábato, con ideas tipo: “hay una manera de contribuir a la protección de la humanidad, y es no resignarse” o “el mundo nada puede contra un hombre que canta en la miseria”, y esta chica me hicieron pensar que hay dos opciones:

  1. Dejar que todo vaya de mal en peor sin hacer nada.
  2. Intentar hacer algo para que las cosas no vayan de mal en peor.

Me animé por lo menos a escribir esto. Empiezo a hacer algo.

El propósito último de la vida es alcanzar la felicidad, todo lo que haga tiene que ser buscándola. Estoy absolutamente convencido que la felicidad está ligada a cumplir los sueños, es necesario tener sueños y construirlos, hace un par de años pude realizar uno y me entendí que los sueños se cumplen si uno trabaja por ellos. Pocas personas me reclaman por ejemplo que cambié 5 veces de carrera: buscaba mi felicidad, hace un par de semanas me gradué, adoro lo que hago y cuando encuentro personas haciendo lo que aman hacer hay cierto tipo de complicidad, tan absurdo, como si fuera una fortuna, cuando todos deberían hacer lo que aman: el hombre que canta en la miseria. ¿Recuerdan a Bepo el barrendero, el de “MOMO o la extraña historia de los ladrones del tiempo y de la niña que devolvió el tiempo a los hombres” Michael Ende? así somos, no miramos toda la calle que hay que barrer, somos felices barriendo el siguiente paso.

Luchamos por los sueños y les abrimos campo. El joven que estudió publicidad y se graduó y luego viaja a Buenos Aires a hacer cine en lugar de quedarse en su oficina estable: lucha por sus sueños. La chica que se inscribe a estudiar diseño en la Javeriana y no tiene como pagar: lucha por sus sueños. El niño que ahorra para comprarse unas baquetas para hacer ruido pegándole a todo lo que pueda: lucha por sus sueños. La señora que vende empanadas y ahorra el 5% de cada una: lucha por sus sueños. El abuelo que todas las mañanas llega a trabajo a las 6:30am cuando inicia a las 8:00am: lucha por sus sueños… pero no hay que ir tan lejos, la mamá que deja de comprarse algo para que su hijo estudie: lucha por sus sueños. El que da el puesto a una señora en el transmi: lucha por sus sueños. Todos ellos desean un lugar donde vivir en el cual las personas sean amables y sonrían, no otro donde se griten y se detesten.

A veces hay crisis de sueños. Nadie sabe lo que desea.

A veces hay crisis de sueños. Da miedo soñar porque da miedo decepcionar. Lo peor de todo, da miedo decepcionarse a si mismo.

Los soñadores primero se clasifican en ingenuos absurdos. Si luego luchan por lo que sueñan se clasifican en locos irreverentes. El partido verde está lleno de soñadores. Yo soy uno más de ellos. Antanas Mockus es el más soñador de todos, el cree que va a transformar un país.

A principio odiaba a la gente, más adelante comprendí que todas las personas tienen tesoros, hay que poder llegar a eso, todas las personas nos pueden hacer mejor personas, lo entendí por experiencia. En otras palabras es lo que Antanas cree, todos somos valiosos, todos somos iguales, yo puedo aprender tanto de un profesor de la universidad como del trabajador o el vendedor del bus. Una vez este mismo vendedor de un bus me hizo pensar en la expresión tan horrible “la gente como es”. La gente era él y yo no era gente, supongo que me creía algo muy superior a la gente. “La gente pobre” es la expresión de los conservadores [debate del RCN], la expresión verde son “las personas”. En el primero supone que hay que ayudar a los que son menos, en la que no existe igualdad. Los verdes creen que entre las personas, todos aprendemos de todos. Aprendí del vendedor por ejemplo.

Uno de mis sueños: Un país donde todos hagan lo que desean. ¿Cómo hay ingenieros que desean hacer cine?; ¿cómo hay vendedores que quieren ser arquitectos?; ¿cómo hay arquitectos que quieren conducir camiones?; ¿cómo hay camioneros que quieren sembrar flores [girasoles por supuesto]?; ¿cómo hay abogados que quieren ser agricultores?; ¿cómo hay empresarios que quieren ser padres?; ¿cómo hay padres que quieren ser futbolistas?… Yo me voy a ir un día cercano a recorrer los caminos.

Uno de mis sueños: Un país donde la libertad sea completa. Y puedas decir lo que crees, y puedas denunciar sin miedo las cosas que crees que están mal, donde puedas caminar por las plazas, los parques y las calles sin miedo. Libertad para estudiar lo que deseas y no tengas que convencer a tus padres que no es ingeniería de sistemas sino literatura. Libertad para hacer lo que quieres, libertad para poder leer 2666 y no invertir un cuarto de tu salario comprándolo [tan lindo que el libro que más deseo leer en este momento, Sergio Fajardo lo está leyendo “El museo de la inocencia” te comento que si alguien tiene tiempo para prepararse para ser presidente y también para leer a Orham Pamuk, no tenemos excusa por nuestra falta de lectura], libertad para ver lo que quieras, para escuchar lo que quieras.

Uno de mis sueños: Un país donde uno prefiera integrarse que segregarse. Y prefieras ir a la tienda del barrio y encontrarte con doña Ceci o don Homero, que ir al centro comercial más grande, como si más grande fuera sinónimo de más exclusión, es curioso que siempre estemos buscando ser exclusivos sin darnos cuenta que justamente nos vamos formando más y más excluyentes. Después de todo en el centro comercial no te vas a encontrar al menos favorecido. Regla de agente de seguridad de centro comercial: mira los zapatos, si están muy gastados no lo dejas entrar. Me sorprende tanto que cada año tenemos de nuevo el centro comercial más grande de Latinoamérica. Un país integrado donde prefieras irte en transmi y compartir el ADN que usar tu auto y demorarte una hora más en tu camino, contaminar, desperdiciar energía, con tal que no tengas que juntarte con “la gente”. Tan extraño porque justamente juntarse con las personas fue lo que formó la civilización. Se juntó la gente en Atenas, luego en Roma, ahora en Nueva York, donde se junta más gente diferente hay más discusión, por ende, hay más desarrollo.

Uno de mis sueños: Un país donde las personas actuemos por convicción. Donde nuestras acciones representen nuestras ideas, donde la coherencia entre mente y cuerpo sea absoluta. Si actúas bajo presión, tienes miedo, y te llenas cosas pesadas, una lleva a la otra y al final no puedes, estallas. Es necesario pensar para actuar. Estoy convencido de lo que tengo que hacer, es escribir esto por ahora. Según Mockus iniciamos como niños, Colombia es un país de niños, actuamos por miedo a la ley, al golpe del bolillo o de la multa, el pretende que seamos adolescentes y actuemos por rechazo social, yo sueño más lejos. Un país, donde seamos adultos y actuemos por convicción a las leyes, y si no te parece, cámbialas de forma y de fondo. La forma es tan importante como el fondo, ahí vamos aprendiendo: a veces conducía el auto de mi casa sin mi licencia porque la extravié. Es un problema de forma, seguramente tengo la capacidad para conducir sin hacerle daño a nadie, que es el fondo. La licencia es la forma, si no la tengo soy ilegal conduciendo, conclusión: no vuelvo a conducir hasta no tener licencia. Actuar por convicción. La corte constitucional lo reafirmó hace poco, no entenderlo sería retrógrado.

Es claro que es mi criterio, mi forma de verlo y lo más importante es que creo que tan posible como deseable. Voy a votar verde porque ayudar a Antanas Mockus a construir sus sueños, en parte es construir los míos.

Firma, puño y letra:

Andrés Serrano

CC. 80’101.483

http://arquitecturamodernaenbogota.blogspot.com/