Como muchos de los blogs que hay por ahí,

tienden a ser cartas de amor.

Es un año para no escribir.

¿Dibujar?

¿Entender?

¿Escuchar?

Puede que entre tanto, voy regalando colores, y con un nuevo ánimo de mirar lo que se esconde detrás de la imagen, lo que oculta el maquillaje, lo que guarda el silencio trás la fachada.

Puede también ser tiempo de reflexión y perdón. De recordar y ser de nuevo conciente, es tiempo de volver a comenzar.

Y el púrpura es sexo inmaculado.